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EL SUEÑO

hecho realidad

El orgullo por la colección familiar despertó el sueño de dar a conocer esas partidas al mundo entero. Impulsados por ese deseo, eligieron un lugar único en Gualtallary en el que construir una Bodega que trascenderá el paso del tiempo para convertirse en parte del legado familiar.

EL INICIO DEL LEGADO

La colección de vinos que nació exclusivamente para los miembros de la Familia y amigos íntimos, fue dándose a conocer dentro de un círculo más amplio. La pasión y el orgullo familiar por estos ejemplares fueron suficiente para querer dar a conocer esas partidas al mundo entero. De esta manera surgió la necesidad y deseo de contar con una bodega propia y un espacio en el cual compartir los vinos.

Daniel Pi y Marcelo Belmonte, encargados de estudiar la viabilidad de los diferentes terrenos, seleccionaron un lugar icónico de la ruta del vino: Gualtallary. Es en ese renombrado paraje mendocino en donde se encuentra la Finca El Tomillo, rodeado en perfecta geometría a la Bodega y a la Casa de la Familia.

La Bodega

un espacio de inspiración

El diseño, a cargo del galardonado estudio mendocino Bórmida & Yanzón, contempla una relación armoniosa entre arquitectura contemporánea, funcionalidad, estética y naturaleza. La estructura estará equipada con la última tecnología vitivinícola y ofrecerá todo lo necesario para crear partidas de vino limitadas con un sector de micro vinificación que permitirá elaborar cada parcela de forma diferente.

Bemberg Estate Wines merecía una bodega a la altura del sueño familiar, un tranquilo lugar de comunión en donde se puede vivir un momento memorable con amigos de todo el mundo, un espacio cálido en el que sus visitantes podrán ser parte de la experiencia de elaborar pequeñas partidas de vinos que reflejen la impronta de la Familia.

"Desde el inicio, pensamos en una Bodega que contemplara herramientas que nos permitan elaborar cada parcela de forma exclusiva. Un sector de micro vinificación que nos va a permitir hacer realidad los vinos que estamos soñando. Su diseño fue pensado para pequeños volúmenes que obtendremos de las parcelas que se encuentran en la finca cercana, que se traducirán en vinos de excepción."

Daniel Pi

CHIEF WINEMAKER

"Tres fueron los ejes en los que nos basamos para diseñar esta Bodega: 1. El valor del paisaje como contexto insoslayable de la arquitectura, 2. El peso de la historia y la cultura locales como puntos de partida sobre los cuales empezar a pensar lo nuevo, y 3. La conciencia de querer aportar, con este proyecto, a una arquitectura del vino que se identificará con lo propio y lo auténtico pensando en el marco de lo que sucede en el mundo. "

Eliana Bórmida y Mario Yanzón

ARQUITECTOS

La Casa

un espacio de reunión

La Casa será un espacio de reunión y diálogo en el que se celebrará en Familia. Un espacio que refleja los atributos esenciales de sus miembros y se constituirá en un lugar de encuentro en el que esperan compartir su colección con amigos y amantes del mundo del vino durante muchas generaciones.

La Casa presentará a los miembros de la Familia, tanto como a sus invitados y huéspedes, un entorno íntimo, un segundo hogar en donde todos los espacios serán una invitación a la reunión y el disfrute y, además - por supuesto - habrá una cava subterránea en la cual se guardarán los vinos más selectos de su colección privada.

"Desde el inicio la propuesta me generó muchísimo entusiasmo. No sólo por tratarse de la construcción de una Casa en Mendoza, en un lugar increíblemente atractivo, sino porque, además, allí se alojará una Familia que disfruta de la calidez hogareña, la compañía entre amigos y que siempre está en la busqueda de alcanzar altos niveles de excelencia en cada detalle."

Mario Connio

ARQUITECTO