Gire su celular para una correcta visualización
hecho realidad
En búsqueda de concretar el sueño, elegimos un lugar especial donde nuestra colección cobrase vida y donde nuestros invitados pudieran disfrutar del imponente paisaje. Así fue que junto a Daniel Pi y Marcelo Belmonte, encargados de estudiar la viabilidad de los diferentes terrenos, seleccionamos un lugar icónico de la ruta del vino: Gualtallary.
echando raíces
En búsqueda de elegir un lugar donde elaborar nuestros vinos y establecer la bodega, la Familia encontró en Gualtallary, Valle de Uco, un sitio de calidad superlativa para el cultivo y elaboración de vinos ultra premium.
Gualtallary está destinado a adquirir renombre internacional por ser el sitio donde se crean los vinos argentinos de mayor frescura. Sus suelos poseen una capa superficial de arena, que descansa sobre un estrato de clastos redondeados en los que se evidencia una importante presencia de carbonato de calcio, entregando vinos de extrema complejidad.
El Tomillo
En el corazón de Gualtallary surge Finca el Tomillo, que recibe su nombre gracias a la presencia de esta hierba silvestre en dicha zona. Es allí donde se encuentra el núcleo del proyecto y donde se generan constantemente investigaciones para desarrollar viñas con el potencial de crear “El mejor vino de Argentina”. Se realizó, entre otros análisis, uno de los estudios más extensos en cuanto a investigación de parcelas junto al CONICET, para comprender la correlación de la composición de los suelos con la flora nativa y su conductividad.
Respetar cada variación del terroir fue la premisa para crear un viñedo de características únicas en Argentina. Comenzamos probando distintos frutos buscando su mejor expresión y finalmente seleccionamos las parcelas que para nosotros representan la pureza e identidad de Bemberg Estate Wines.
“Estamos produciendo vinos en viñedos únicos en Argentina, viñedos que son dignos de admiración.”
donde sucede la alquimia
Respaldada por la cordillera de los Andes, la bodega trae consigo una historia milenaria, llena de sueños y de lazos profundos que trascienden en el tiempo.
Inspirada en la unión familiar, su arquitectura sintetiza el apasionante culto al vino y el amor al arte que compartimos, como así también nuestro respeto por la tierra y sus tiempos.
La bodega cuenta con equipamiento tecnológico de punta y un diseño orgánico amigable con el entorno natural que la rodea. El ala oeste y el ala este confluyen en un sector de experimentación en microvinificación, un método que nos permite elaborar cada parcela de forma diferente, en partidas pequeñas y limitadas.
"Esta bodega fue concebida desde sus inicios para trascender en el tiempo a lo largo de generaciones. Su concreción es un orgullo tanto para Familia como para la Industria Vitivinícola de Argentina.”
Más información.
Los vinos pueden ser considerados “Estate Wines” ya que se elaboran con uvas provenientes de los viñedos que rodean a la bodega. Esto permite tener un minucioso control de rendimiento y atención en cada detalle durante todo el proceso de producción; manejo del follaje, suelo y punto ideal de madurez y transporte inmediato de racimos a la bodega para que lleguen frescos, recién cosechados.
La bodega fue diseñada para micro-vinificar pequeñas partidas de uva proveniente de las diferentes micro-parcelas en las que se dividió Finca El Tomillo. Esta capacidad de vinificación y micro-vinificación es fundamental para elaborar y seleccionar cortes de vino en lotes muy reducidos.
"Tres fueron los ejes en los que nos basamos para diseñar esta Bodega:
1. El valor del paisaje como contexto insoslayable de la arquitectura,
2. El peso de la historia y la cultura locales como puntos de partida sobre los cuales empezar a pensar lo nuevo,
y 3. La conciencia de querer aportar, con esta obra, a una arquitectura del vino que se identifica con lo propio y lo auténtico pensando en el marco de lo que sucede en el mundo. "
ARQUITECTOS
encuentro y reunión
La Casa es un espacio de reunión y diálogo en el que se celebra en Familia. Un sitio que refleja los atributos esenciales de sus miembros y se constituye en un lugar de encuentro para compartir el amor por el vino durante muchas generaciones.
Desde una perspectiva paisajística, la casa se encuentra ubicada en un punto magistral, enmarcada por la Cordillera de Los Andes, viñedos y un espejo de agua en el que se refleja.
Con forma de eneágono, el diseño de la casa expone la proporción divina o áurea, resultando en una arquitectura armónica y amigable con el entorno natural.
Cada lado de esta figura geométrica es un espacio diferente, entre suites, biblioteca, estar, cava e incluso un patio interno, la casa se transforma en el lugar perfecto para inspirarse y dejarse llevar por la belleza del Valle de Uco.
“El desafío fue diseñar un lugar con alma, que cultive la energía de la familia a lo largo de los años.”
ARQUITECTO